Aunque las diferencias existentes entre los diversos factores que participan de la denominada “interna” política de la comunidad judía de Argentina siempre está presente, normalmente sus efectos en los últimos años se hicieron sentir en las pujas electorales de la AMIA.
No es que en la DAIA no existieran “internas”, pero desde que las elecciones se rigen por el actual estatuto de la institución, los candidatos a los cargos de máxima responsabilidad surgían por su relevancia institucional, si bien podían ser miembros de los factores que participan de la política comunitaria y las “internas” estaban acotadas a los meses previos a cada cambio de autoridades.
Esta situación se mantiene pues las instituciones que componen la DAIA y las Filiales del interior del país deberán votar para elegir la próxima conducción a fines de noviembre venidero, dentro de poco menos de tres meses, pero luego de que se hiciera público que un hombre del Bloque Unido Religioso, que fuera presidente de la AMIA, Leonardo Jmelnitzky, se postula a la presidencia de la DAIA con el apoyo de dirigentes de Avodá y Likud de Argentina, queda instalado que estos tres factores están involucrados en la puja electoral que por el momento tiene tan sólo otro candidato a la presidencia de la DAIA, Jorge Knoblovits.
Además en el brindis por el comienzo del nuevo año hebreo que organiza Avodá Argentina, un innegable acto político comunitario, que el vicepresidente primero y el presidente de la AMIA, Ariel Eichbaum y Agustín Zbar respectivamente, indiscutiblemente miembros del BUR, se refirieran directa o indirectamente a la próxima elección de la DAIA y la candidatura de Leonardo Jmelnitzky reafirma la impresión de que el BUR se involucra directamente en la elección de la DAIA, por más que Eichbaum sostuviera que Jemelnitzky dejó claramente establecido que no es un candidato del factor político comunitario al que pertenece.
No sería para nada extraño que la candidatura de Jorge Knoblovits recibiera el apoyo explicito de otros factores comunitarios, con lo cual la próxima elección de las autoridades de la DAIA sería no sólo una “interna” de dirigentes con visiones posiblemente distintas de lo que tiene que ser la representación política de la comunidad, sino de factores, que en cierta forma repetirían lo que viene ocurriendo en la AMIA.
A quienes consideran que hombres de un mismo factor no pueden presidir las dos instancias centrales comunitarias más relevantes, debemos recordarles que hasta fines de 1991 la AMIA, la DAIA y la OSA eran presididas por dirigentes pertenecientes a un mismo factor, el que actualmente se denomina Avodá Argentina, porque era el factor mayoritario, lo que no evitaba la existencia de “internas”, que son beneficiosas pues indican que en la comunidad existen dirigentes que se preocupan y ocupan en pensar cómo conducirla de acuerdo a su identificación ideológica, por lo tanto no hay que inquietarse de que se intensifique la “ puja” comunitaria
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